sábado, 31 de octubre de 2009

Petición universal al derecho y dignidad de la persona


Llamado internacional por los derechos
y la dignidad de las personas y la familia


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Sobre la Petición


Nosotros, los ciudadanos de los estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas, en este año del 60 Aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos, adoptada y proclamada por la Resolución de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas 217 A(III) del 10 de Diciembre de 1948,


Recordando que:

La Declaración Universal es el logro de un estándar común para todas las personas y todas las naciones,

Teniendo en cuenta que:

Los derechos humanos, la dignidad, la libertad, la igualdad, la solidaridad y la justicia constituyen el patrimonio espiritual y moral en el cual se basa la unión de las Naciones,

Indicamos que:

Se debe dar apropiada consideración a

1. El derecho a la vida de cada ser humano, desde su concepción hasta su muerte natural, teniendo cada niño o niña el derecho a ser concebido, nacido y educado dentro de su familia, basada en el matrimonio de un hombre y una mujer, siendo la familia el grupo de unidad natural y fundamental de la sociedad,

2. El derecho de cada niño o niña a ser educado por sus padres, quienes tienen la prioridad y derecho fundamental a elegir el tipo de educación que se les dará a sus hijos.

Por eso solicitamos:

A todos los gobiernos interpretar de manera apropiada la Declaración Universal de los Derechos Humanos dado que:

Todas las personas tienen el derecho a la vida, la libertad y la seguridad personal (Artículo 3)

Los hombres y mujeres en edad madura, sin ninguna limitación debido a su raza, nacionalidad o religión, tienen derecho a contraer matrimonio y a establecer una familia. (Artículo 16)

La familia es el grupo de unidad natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a protección por parte de la sociedad y el estado (Artículo 16)

La maternidad y la niñez da derecho a asistencia y cuidados especiales (Articulo 25)

Los padres tienen el derecho prioritario a elegir el tipo de educación que se les dará a sus hijos (Articulo 26)

domingo, 25 de octubre de 2009

El bebé Aido

Mostramos la vida que hay en este feto de semanas. Se le está llamando el "bebé Aido".


Ecos de la Manifestación por la VIDA


Cuando se oyeron las voces de Isabel Durán, Isabel Sansebastian y Cristina López me acordé del manifiesto que ellas escribieron anteriormente. Por eso es que lo transcribo para su recuerdo:

Las abajo firmantes, integradas en la Plataforma de Mujeres contra el Aborto, levantamos la voz en nombre propio y en el de millones de mujeres silenciadas por la presión del “pensamiento único”, que prevalece actualmente en nuestra sociedad respecto de todo lo concerniente a nuestro sexo y que vincula obligatoriamente los conceptos “mujer”y “aborto”.

Estamos contentas de vivir y de que nuestros hijos vivan. Consideramos que la vida humana es un derecho y un bien que hay que preservar desde la concepción y que cualquier ser humano, independientemente de su edad, ha de gozar de la plena protección del Estado y las leyes.

Reivindicamos la maternidad como uno de nuestros derechos fundamentales.

El aborto es ética y legalmente inaceptable, no sólo porque aniquila a un ser humano indefenso, sino porque supone una violencia infligida a la dignidad de la mujer. Con este manifiesto renunciamos expresamente al pretendido “derecho de aborto” que otros y otras se empeñan en adjudicarnos.

Nos declaramos feministas porque defendemos, no sólo de palabra, sino con nuestro trabajo y nuestra vida, la igualdad de derechos y deberes entre hombres y mujeres.

Los hombres son nuestros compañeros y padres de nuestros hijos. No entendemos que se les reclame la manutención de la familia a la vez que se les niega cualquier derecho y responsabilidad respecto del nacimiento de esos hijos que son suyos y a quienes tienen el derecho y el deber de cuidar. Son corresponsables del embarazo y víctimas también del aborto, como las criaturas eliminadas y las mujeres.

Estamos convencidas de que todas las consideraciones anteriores son válidas al margen de las creencias (o no creencias) religiosas y de las ideas políticas, puesto que se refieren a la salvaguarda de los más elementales derechos humanos.

Exigimos a las Administraciones Públicas, cualquiera que sea su color político, que dediquen las partidas presupuestarias actualmente destinadas al aborto a promover redes de asistencia a embarazadas en situación desfavorable.

Es preciso velar para que el hecho de ser madre no aboque a la mujer, como ocurre en la actualidad, a ver mermadas sus posibilidades de ascenso laboral, de estudios, de trabajo, sus ingresos y su derecho a disfrutar del ocio y del tiempo libre en condiciones de plena igualdad con los varones.

Basta de silencio sobre las consecuencias del aborto: cuadros de ansiedad, insomnio, depresión y trastornos de la alimentación y la vida sexual, que se perpetúan en el tiempo. El aborto no es inocuo. Exigimos un Plan Nacional de ayuda para sus víctimas.

Exigimos a las Administraciones Públicas, cualquiera que sea su color político, que agilicen y potencien las políticas de adopción de los hijos cuyas madres no puedan o no quieran hacerse cargo de ellos. Así mismo, que pongan en marcha campañas de información sexual que eduquen en la responsabilidad e impidan que las mujeres carguen en soledad con las medidas anticonceptivas o de regulación de la natalidad.


Isabel San Sebastián, Cristina López Schlichting, María Pelayo, Isabel Durán, María López.

Respeto de la Ecología humana

Así he querido titular este artículo de Roberto Grao Gracia:

Llama sin embargo la atención el hecho de que, entre esos derechos que se enumeran en ambas resoluciones, no existe ningún artículo que se refiera a los derechos del niño engendrado por nacer, cuando la ausencia del respeto de cualquiera de ellos, condicionará sin duda el conocimiento de sus orígenes del niño o de la niña, y las circunstancias anteriores a su nacimiento y, según sea su sensibilidad intelectual y afectiva, ese conocimiento, le proporcionará un sentido de agradecimiento o alivio o una tristeza o pesadumbre más o menos trascendentes en su personalidad, que le acompañarán durante toda su vida.

Para intentar remediar modestamente tal situación, se me han ocurrido una serie de derechos que me parecen fundamentales del niño o de la niña, los cuales, de ser tenidos debidamente en cuenta por las naciones, pienso que contribuirían a evitar esa ausencia de derechos de prenacimiento y algunos otros posteriores al nacimiento, que no existen actualmente en el contexto de la legislación de las Naciones Unidas, sobre los Derechos del Niño. Son los siguientes:


1º. Todo niño o niña tiene derecho a ser engendrado de modo natural mediante el amor y la donación mutua de sus padres por medio del acto conyugal.

2º. Todo ser humano tiene derecho a conocer su origen biológico, es decir su padre y su madre naturales que le han aportado las células reproductivas, que le han permitido llegar a la existencia.

3º. Todo niño o niña tiene derecho a no ser abortado de modo voluntario por su madre antes de nacer, sin pretextos ni excusas de ningún tipo, bien por razón de anomalía genética, malformación biológica, violación o peligro de la vida de la madre, o cualquier otra causa de discriminación injusta alguna.

4º. Todo ser humano tiene derecho a no ser gestado por una madre biológica ajena a los gametos de sus padres, ni siquiera de modo voluntario o altruista, y menos recibiendo ésta cualquier clase de paga por su gestación.

5º. Todo niño o niña tiene derecho a no ser engendrado mediante lo que se denomina “clonación humana reproductiva”.

6º. Todo ser humano tiene derecho a tener unos padres naturales o adoptantes, que sean siempre de sexo distinto, es decir, un hombre y una mujer plenamente identificados con su propia y natural sexualidad.

7º. Todo niño o niña tiene derecho a ser deseado, amado y protegido por sus padres bien sean naturales o adoptivos.

8º. Todo ser humano menor de edad, tiene derecho a tener unos padres naturales o adoptivos, plenamente responsables de su cuidado, manutención y educación.

9º. Todo niño o niña, en cualquier estadio de su vida, tiene derecho a no ser utilizado nunca como material genético para la investigación terapéutica.

10º. Todo ser humano mientras está en el seno de su madre, tiene derecho a no ser considerado jamás como parte integrante del cuerpo de ella, de modo que ésta pueda eliminarlo y desprenderse de él injusta e impunemente.

11º. Todo niño o niña tiene derecho a no ser fruto ocasional de la relación sexual de una prostituta con su cliente o de una relación sexual consentida mutuamente entre adolescentes menores de edad.

12º. Todo ser humano tiene derecho a no ser engendrado por una relación sexual incestuosa entre padre e hija o entre madre e hijo, o entre hermanos de distinto sexo.

13º. Todo niño o niña, bien sea normal o discapacitado, tiene derecho a ser tratado con cariño, tolerancia, bondad y justicia por sus padres naturales o adoptivos.

14º. Todo ser humano menor de edad, en su relación con las personas adultas, tiene derecho a la integridad física y sexual, sin que pueda ser nunca maltratado o abusado, con o sin violencia.


Todos estos derechos, tienen el denominador común de tratar de respetar lo que se puede o debe llamar la Ecología humana, que es el respeto a la naturaleza del ser humano, tan olvidada por la sociedad actual, que tanto se preocupa de la ecología de la naturaleza, es decir, del respeto y equilibrio de la fauna, evitando la extinción de las especies y de la conservación de la flora o vegetación, de los ríos, bosques, montañas, atmósfera, etc. en flagrante perjuicio de aquélla que es mucho más importante y trascendente.
Roberto Grao Gracia